Segunda parte de la entrevista de Nubilum al escalador y amante de la montaña Òscar Masó. Lee la primera parte aquí.

Archivos de Europa

De Europa cabe destacar muchos, en especial el impresionante Gipfelbucharxiv de Dresde, en Alemania, que alberga la mayor colección del mundo de libros de registro de cumbres, unos 4.800, a partir de 1886. Está gestionado por el Departamento técnico de Escalada de la Sociedad de Alpinistas Saxons (KTA del SSB) y los libros proceden de las cimas de cientos de agujas de arenisca de la región de Elbsandstein, con un 99,5% de ejemplares perfectamente registrados en buen estado, conservados en unas condiciones ambientales óptimas. En el siguiente enlace se puede consultar su lista inacabable de registros, pulsando en ella después la tecla «Zur Büchersuche»:

Otro archivo excepcional, si bien no tan extenso como el anterior, lo encontramos también en Alemania, en este caso dedicado a las cimas de las rocas de la región del Palatinado Meridional (Südpfalz) y de los Vosgos del Norte. En este lugar, la Asociación de Escaladores del Palatinado (PK) conserva y mantiene en Wernersberg una vasta colección de 550 libros de registro desde 1904. La peculiaridad de estos registros es que muchos de ellos están exquisitamente ilustrados y califragiados con acuarelas, grabados y croquis magistrales, a pesar de que faltan libros que no se han podido recuperar porque han quedado en cimas de rocas actualmente prohibidas por escalar. Vale la pena adentrarse en este fondo, en parte digitalizado. Se pueden consultar registros tan bien elaborados como este de la roca Taub Stein. Otros archivos de libros de cumbres de rocas los encontramos en Chequia, similares a los del Elbsandstein pero no tan bien conservados. Destaca el archivo del Comité Regional de la Piedra Arenisca del Elba (OVK), situado en Děčín.

Más archivos de prestigio europeos son los Historisches Alpenarchiv, gestionados en parte por el Club Alpino Alemán, con sede en Múnich, y por el Club Alpino Austriaco, con sede en Innsbruck. Su fondo no es muy extenso pero tiene libros de cimas y de refugios de los Alpes antiquísimos procedentes de la primera mitad del siglo XIX. En Suiza destacan los Archivos de Ginebra de la Sección de Ginebra del Club Alpino Suizo, con casi 80 libros de refugios desde 1886.

De Italia hay que hacer una mención especial para el Museo Nazionale della Montagna Duca degli Abruzzi, situado en la sede del Club alpino Italiano en Turín, con docenas de libros de refugios desde 1852. Más al este, en Trento encontramos la Società degli alpinistas tridentina, lo gestiona su monumental Biblioteca della Montagna y el Archivio Storico, con casi 800 entradas de registros de cumbres y de refugios desde 1878.

Cerca del Mont Blanc, en el Museo Alpino de Courmayeur se puede visitar una interesante colección de libros de refugios, y en Francia no encontramos archivos tan grandes pero tienen registros muy antiguos, destacando sobre todo el Musée du Pays de Luchon porque conserva el primer libro del Aneto, uno de los primeros de la historia. También en Francia, los Pirineos destaca el Musée Pyrénéen de Lourdes, con docenas de libros históricos desde 1877. En Eslovenia, el Museo Alpino Esloveno de Mojstrana custodia libros de registro procedentes de las numerosas cabañas-refugio o Koca, desde 1880.

Archivos de Norteamérica

En América del Norte es remarcable el hecho de que la cantidad de archivos se dispara, y esto es debido a la enorme y longeva actividad de colocación y reposición de libros de registro que se ha ido haciendo desde el s .XIX a su extensa geografía montañosa. A Banff, Canadá, el museo Whyte de las Rocosas Canadienses contiene casi 280 entradas desde 1897, y en EEUU hay que fijarse en el lugar donde se conservan más, que es la Biblioteca Bancroft de la Universidad de Berkeley, en California. Hay más de 700 registros procedentes en gran parte de las cimas de la Sierra Nevada californiana, desde 1875, incluyendo rarezas como un registro bajado de la cima del Everest.

En esta lista se pueden encontrar los libros del Mount Starr King, de 1931 a 1982, una montaña del Parque Nacional de Yosemite. Sus registros fueron reproducidos y estudiados a fondo por Bill Amborn, publicados en una obra de 532 páginas y 1.364 firmas que se puede considerar el análisis histórico y estadístico más grande realizado nunca en una saga de libros de registro de una cumbre.

Sin movernos de EE.UU. nos detenemos en el Sierra Club, que opera sobre todo en Sierra Nevada. Allí llevan a cabo una tarea de mantenimiento y seguimiento de libros de cumbres única en el mundo, con stocks de libros, cajas y botes, tal y como se puede comprobar a través de su web, gestionada por Harry Langenbach.

Por otra parte, hay que resaltar el majestuoso Parque Nacional Grand Teton, también en EEUU, del cual podemos consultar la que podría ser la colección histórica de registros cimas en formato digital más grande del mundo.

Otro enlace de una extensa saga de registros digitalizados se puede encontrar en Climbaz, procedentes de una montaña salvaje de Arizona: el Baboquivari.

Otros registros memorables de EE.UU. se pueden encontrar en la Mazamas Library & Historical Collections, en Portland, y también a los Registros de los The Mountaineers, en Seattle. Cada uno cuenta con más de 350 registros a partir de 1873 y 1907, respectivamente.

Antes de dejar EEUU no podemos pasar por alto otro lugar de los más importantes del mundo en cuanto a colección de libros de registro de cumbres: la American Mountaineering Center (AMC), en Colorado, compartido por el American Alpine Club (AAC) y el Colorado Mountain Club (CMC). Encuentran más de 600 registros de cumbres de EE.UU. gestionados por el CMC, en más de 14 metros lineales, y otros procedentes de lugares muy dispares como el Kilimanjaro. Al American Alpine Club Rare Books Room del AMC incluyen el primer registro del Mount Vinson, el techo de la Antártida. Este fue depositado allí arriba el día de la primera ascensión, en 1966, y fue recuperado 38 años después, en 2004, en condiciones bastante buenas y legibles gracias a los escritos hechos a lápiz, a pesar del frío crudo y glacial soportado.

Archivos de montaña en el resto del mundo

En el resto de continentes no hay archivos tan importantes y específicos, tan sólo recopilaciones de particulares o pequeños museos y refugios que conservan los registros de las cimas cercanos. Podemos exceptuar Oceanía en el aspecto de los libros de refugios y cabañas, ya que debido a la gran cantidad de equipamientos de este estilo que tienen repartidos podemos encontrar algunas de las colecciones más grandes de este tipo de documentos. En Australia se encuentran en el Parque Nacional Kosciusko y el Servicio de Archivo y Documentación Histórica del Gobierno de Tasmania, y en Nueva Zelanda se encuentran en más de 20 lugares diferentes unos 600 ejemplares desde 1892, inventariados minuciosamente por Bill Keir aquí.

Como ejemplo de pequeñas colecciones distribuidas por todo, de la misma Australia podemos encontrar los libros de registro de cumbres digitalizados online por Adelaide Bushwalkers, un club de montaña de Adelaida que nos cuenta con detalle su labor de investigación y reposición de libros de cumbres. Su colección digital se puede consultar a través de la web.

Los mejores archivos de Cataluña

Pues dejando de lado las docenas de libros de registros conservados en pequeños establecimientos, clubes de montaña, asociaciones, museos, bares y particulares, en Cataluña no existen muchas lugares con un apartado específico dedicado a conservar este tipo de libros y libretas.

Lo que más destaca y con diferencia es el Archivo Histórico del Centro Excursionista de Cataluña (AHCEC), actualmente ubicado en el Archivo Nacional de Cataluña, en Sant Cugat del Vallès. Tiene una colección muy interesante de 82 registros históricos de cumbres pirenaicas y del resto de la geografía catalana, como Montserrat y otras comarcas, desde 1890. Destacan la saga de 22 registros del Aneto (1915-1967 ) y el primer registro de la cima de Montserrat, a pesar de que de este macizo hay que lamentar la desaparición de una caja con registros históricos de primerísimo orden.

En el pueblo del Bruc encontramos el Museo de la Montaña de Montserrat, que a pesar de no estar en buenas condiciones de conservación y clasificación aloja varios libros de registro históricos de agujas de Montserrat.

En el Archivo-Biblioteca del Centro Excursionista de Terrassa encontraremos la colección más importante que existe de libros de registro de Sant Llorenç del Munt y l’Obac, desde 1926 y parcialmente digitalizada.

Otros lugares minoritarios pero que mantienen su espíritu de respeto y cuidado por estos registros son el Club Pica de Estados (antiguo Club Excursionista Pirenaico), con varios libros de registro de refugios pirenaicos, o el Servicio General de Información del Monte ( SGIM), con algunos registros de Sant Llorenç del Munt y l’Obac. Un ejemplo del legado histórico que se conserva en Cataluña sobre libros de registro del último macizo citado el podrá conocer a través de la comunicación que mi hermano Albert y un servidor publicamos en el IX Encuentro de Estudiosos de Sant Llorenç del Munt y la Obac, descargando el PDF gratuitamente y leyendo a partir de la pág.193.

Actualizado el 22 de febrero de 2021