- El equipo de Nubilum ha participado en las #JEID23 con la presentación ¿Cómo desafiar el status quo? Innovación en las colecciones de archivos, bibliotecas y museos a cargo de nuestro fundador Pep Casals, la co-autoría del artículo Cómo documentar lo efímero: el Arxiu Lliure del Teatre Lliure, el póster sobre Enriquecimiento del catálogo de autoridades CANTIC en colaboración con la Biblioteca de Catalunya y la vídeo-experiencia El papel del archivo en los 180 años de moda de Santa Eulalia, que compartiremos más adelante en nuestro blog.
El pasado 1 y 2 de junio se celebraron en la Universidad de Granada las XVIII Jornadas Españolas de la Información y la Documentación.
Durante estos dos días se trataron temas tan interesantes como la inteligencia artificial en los archivos, las bibliotecas escolares, la visibilidad externa de las bibliotecas de los museos, a la vez que se presentaron casos de éxito como el Arxiu del Teatre Lliure, el Proyecto Carabela o la Digitalizadora Colectiva.
Durante la primera mesa redonda, Bibliotecas, archivos y museos como garantes de derechos culturales, se pusieron sobre la mesa los qué en un principio tendrían que ser los derechos básicos de acceso a una biblioteca, partiendo de conceptos tan básicos como la información, la participación y la expresión pero sin olvidar otros más concretos como las asociaciones (las bibliotecas como centros de la comunidad), la cultura y la formación.
No me gustaría pasar por alto el testimonio de Lourdes Moreno, que como directora del Museo Carmen Thyssen Málaga, explicó la casuística de esta institución especialmente joven, que solo cuenta con 12 años de historia.
Éste se fundó dentro de una política de actuación de la ciudad de Málaga con la idea de transformar la ciudad mediante la cultura. Inicialmente, fue creado sin biblioteca y actualmente se ha generado una de uso interno, que de momento no está abierta al público.
Es un museo que no tiene miedo a seguir el ritmo de otras grandes instituciones, dirigido a la inclusión de varios tipos de comunidades, trabaja con la sostenibilidad y procura colaborar con las pequeñas empresas. Además, apuesta para tener una presencia activa en las redes sociales con varios canales de difusión (Instagram, Twitter, Facebook, blog y boletín semanal).
Queda patente pues que los archivos pueden ayudar a otras comunidades a encontrar su propia identidad y se tienen que trabajar temas tan importantes como la sostenibilidad, la autoevaluación y el activismo. Pero esto es imposible de realizar sin una sólida estructura detrás que soporte todo el peso de la institución a la vez que ayude a impulsarlo y lo haga visible hacia el exterior.
«La figura que está dentro de un archivo o biblioteca tiene que ser alguien polivalente, con una formación transversal»
Cambiando totalmente de tercio, las JEID23 dedicaron también un espacio a los procesos técnicos en los archivos desde una visión feminista. Este diálogo estuvo a cargo de Olimpia López Rodríguez, facultativa superior de Archivos de la Xunta de Galicia y Remei Perpinyà, professora de la Escola Superior d’Arxivística i Gestió de Documents de la Universitat Autònoma de Barcelona.
La charla iniciaba con un mensaje de lo más contundente el cual manifestaba que se tiene que tener claro que los archivos tienen que ser feministas para que se pueda conservar una memoria más plural que hasta ahora.
Perpinyà nos avanzaba solo empezar que los archivos han ignorado la figura femenina desde siempre y es por eso que nos encontramos con ausencias tan importantes a lo largo del tiempo. Mediante nuestros procesos técnicos, lo que hemos hecho es ayudar a invisibilizar esta figura, en vez de intentar rescatarla.
Por eso si hablamos de números, podemos confirmar que solo hay un 10% de fondos femeninos, dato que nos demuestra la evidente desigualdad que existe en el panorama actual.
La idea de favorecer la participación ciudadana en los procesos de descripción la proponía Olimpia López Rodríguez, que apuntaba que de este modo se podría garantizar parte de la confianza de ciertos colectivos. El hecho de promover iniciativas fuera de los archivos oficiales podría funcionar como herramienta para luchar contra la desconfianza de todos ellos, a la vez que se les tendría que ofrecer refugio y también dotar de financiación.
Es por eso que tenemos la responsabilidad de releer para desarchivar a las mujeres y darles una nueva vida. Necesitamos datos para poder localizar y filtrar estos documentos y experiencias prácticas para ver cuál es la mejor manera de hacerlo.
Cambiando un poco de prisma y adentrándonos también en la perspectiva de los museos se habló de la figura del documentalista dentro de estas instituciones. Durante esta charla se presentaron datos tan impactantes como por ejemplo que un 74% de las bibliotecas de museos no programa actividades.
¿Cómo podemos mejorar la gestión de las bibliotecas de los museos?
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Cambiando el chip → siendo más accesibles y seguir la misma dirección que el museo
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Pensando en grande
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Buscar colaboraciones (nuevos partners)
¿Qué podemos hacer al respecto?
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Seguir las líneas estratégicas de los museos y atraer el público a las bibliotecas
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Dejar de focalizarse con el mundo adulto y apostar por el infantil y adolescente
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Ser un referente de la cultura popular (tejiendo alianzas fuera de los museos)
Queda patente pues que actualmente la figura que está dentro de un archivo o biblioteca tiene que ser alguien polivalente, con una formación transversal. Sin miedo a arriesgar y sobre todo tiene que conseguir crear una base sólida con el público infantil y esta conexión no puede surgir de manera automática, se tiene que trabajar y apostar por este público de manera bidireccional.
¿Qué mensaje nos llevamos de estas #JEID23?
✔ la necesidad de volver hacia lo esencial
✔ el verdadero poder está en la capacidad de trabajar de manera colaborativa
✔ tener una visión transversal que amplíe nuestra formación y mejore nuestros servicios